El hotel tiene un diseño encantador y

los espacios son auténticos y muy cuidados. Disfrutamos de un desayuno espectacular en la terraza, aunque el acceso a la piscina fue un poco incómodo. Lo que más me sorprendió fue el trato personalizado del personal, siempre listos para ayudar.

Hablemos de lo que realmente importa

Un lugar encantador, con habitaciones amplias y decoradas con buen gusto. La atención del personal es amable y el desayuno se sirve con calidad. El restaurante enfrente es una experiencia gastronómica única. Ideal para quienes buscan desconectar, aunque la zona de la piscina es algo pequeña. Sin duda, un refugio perfecto.

A Decoración auténtica
B Atención personalizada
C Desayuno excelente

Desayuno espectacular y atención del personal excepcional.

Recomiendo disfrutar de la experiencia gastronómica en el restaurante, donde cada plato es presentado de forma excepcional y el ambiente es encantador.

La habitación era espaciosa y la cama muy cómoda, aunque las almohadas deberían ser estándar, ya que eran dos juntas. El desayuno en el restaurante cercano fue delicioso, con opciones variadas, pero la falta de atención continua del personal debido al tamaño del hotel se notó en ciertas ocasiones. La decoración es encantadora y se siente como en casa, pero el jardín no se puede disfrutar en días lluviosos.

El desayuno fue una delicia, especialmente las ensaladas frescas que te dejaban con ganas de más. Además, la habitación era un sueño, con una cama enorme y cómoda, perfecta para esos momentos de relax. La decoración del lugar es realmente excepcional, te hace sentir en casa. Y no puedo dejar de mencionar la piscina, ¡un lugar ideal para desconectar!

La única cosita que podría mejorar serían los colchones, que eran un pelín más pequeños que el somier. Sin embargo, eso no le quita magia a la estancia, que fue increíblemente placentera.

El lugar es chulísimo y lleno de encanto. La piscina y el entorno son divinos, ideal para relajarse. Además, el restaurante tiene una propuesta del menú increíble y todo está a un paso de las playas.

Si las almohadas se fueran de vacaciones, tampoco me molestaría mucho en encontrarles.

Estuvimos en una suite encantadora y disfrutamos de la tranquilidad del lugar. Pudimos explorar la hermosa zona de Pals y dar un paseo en bicicleta por el entorno. La decoración auténtica del hotel nos hizo sentir como en casa, ideal para desconectar con toda la familia, incluyendo a nene.

A mis hijos les hubiera gustado un área de juegos adicional o actividades para entretenerse durante nuestra estancia.

Hotel pequeño, tranquilo y acogedor.

El edificio tiene una estética impresionante y todas las instalaciones están muy bien cuidadas. Disfrutamos especialmente de la piscina, que era perfecta para relajarnos después de un día visitando lugares cercanos como el Castell de Pals. La habitación era cómoda y contaba con varios tipos de almohadas, lo que me pareció un gran detalle. Sin embargo, el desayuno podría ofrecer más variedad, especialmente para quienes buscamos opciones más saludables. A pesar de eso, fue una estancia muy agradable.

el hotel es un encanto total, super acogedor y tranquilo, perfecto para desconectar. la suite era enorme y mega cómoda, con un baño amplio y buenos detalles en la habitación. la zona de la piscina es un relax y el desayuno en la caléndula estaba espectacular, puro sabor! el personal es super amable y siempre listo para ayudarte, 100% recomendado para una escapada romántica.

lo único malo fue que la almohada no era la mejor y el acceso a la piscina es un poco incómodo.

experiencia culinaria excepcional con un desayuno inolvidable

desayuno variado, atención amable

aire acondicionado ruidoso

Disfruté de una estancia donde la tranquilidad se respiraba por todos lados. La habitación era espaciosa, y la zona de la piscina invitaba a relajarse. El restaurante tenía un ambiente que me recordaba a los pequeños rincones andaluces, y la atención del personal fue un detalle que hizo la diferencia. Me encantó la experiencia gastronómica en La Cuina del Teatre, un lugar que me dejó con ganas de volver.

El desayuno podría incluir más opciones, especialmente para los que buscamos alternativas más saludables. Un espejo de cuerpo entero sería útil.

El hotel Del Teatre es un lugar encantador. La decoración es impresionante, con un estilo rústico que me encantó. La habitación era amplia, la cama cómoda y el baño bien equipado. Lo mejor fue la atención personalizada que recibí, siempre dispuestos a ayudarme en lo que necesitara. El restaurante La Calèndula no solo es bonito, sino que la comida es realmente excelente, ¡probé varios platos y todos estaban riquísimos! El desayuno, aunque delicioso, podría ofrecer más opciones, especialmente para quienes no comemos embutidos. La piscina es un buen lugar para relajarse, pero un poco pequeña. En general, la experiencia fue muy agradable, aunque el acceso a la piscina puede ser mejorado.